Abrina

Lectina tóxica que proviene de las semillas del gayruro, abrus precatorius L. Es un veneno muy activo. Hasta el momento se han aislado cinco proteínas diferentes: abrus aglutinina, que es el componente responsable de la actividad hemaglutinante y abrinas a-d, que son los principios tóxicos constituidos cada uno por dos cadenas de péptidos que se mantienen unidas por enlaces disulfuro. Las semillas de donde previene son
rojas y tienen una parte de color negro en uno de los lados. Es parecida a la ricina, una toxina que también se encuentra en las semillas de una planta (la planta de ricino). Sin embargo, la abrina es mucho más venenosa que la ricina. Puede estar en forma de talco, vapor o grano o puede disolverse en agua. En polvo es de un color blanco amarillento. Es una sustancia estable (puede durar durante largo tiempo en el ambiente, a pesar de condiciones extremas como temperaturas muy calientes o muy frías).

El guisante o árbol del rosario, que es la fuente de la abrina, es común a muchas zonas tropicales en el mundo y es utilizada a veces como un remedio a base de hierbas. La abrina tiene potenciales usos médicos como en el caso del tratamiento para matar células cancerosas.

Sólo con un acto deliberado se puede producir abrina de las semillas del guisante o árbol del rosario y utilizarla para envenenar personas. La exposición accidental a la abrina es muy poco probable. Usted puede estar expuesto si inhala (respira) la forma de vapor o polvo de la abrina. Puede también estar expuesto si toca superficies en las cuales han caído partículas o gotas de abrina o si le caen esas partículas o gotas en la piel o en los ojos. La abrina puede ingerirse (tragarse) si se encuentra en el agua o en los alimentos.

Los efectos específicos causados por el envenenamiento por abrina dependen de si la abrina fue inhalada, ingerida o inyectada. La abrina al entrar en las células de la persona empieza a actuar y evita que produzcan las proteínas que necesitan. Sin las proteínas, las células mueren. Eventualmente esto afecta negativamente a todo el cuerpo y la persona puede morir. Síntomas por:

Inhalación: A unas pocas horas de la inhalación de cantidades significativas de abrina, los síntomas más probables son dificultad respiratoria (problemas para respirar) fiebre, tos, náusea y presión en el pecho. A esto le puede seguir sudor abundante así como una acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar) Esto puede causar que la respiración se haga aún más difícil y la piel puede tornarse azul. El exceso de líquido en los pulmones será diagnosticado por medio de rayos X o al escuchar el pecho con un estetoscopio. Finalmente, puede presentarse presión sanguínea baja y falla respiratoria que causan la muerte.

Ingestión: Si alguien traga una cantidad significativa de abrina, puede presentar vómito y diarrea que puede venir acompañada de sangre. El resultado puede ser una deshidratación severa, seguida de presión sanguínea baja. Otros signos o síntomas pueden incluir alucinaciones, convulsiones y sangre en la orina. Después de varios días, el hígado, el bazo y los riñones de la persona dejarán de funcionar y la persona puede morir.

No existe antídoto contra la exposición a la abrina. El envenenamiento por abrina se trata dándole a la víctima atención médica de apoyo para minimizar los efectos del envenenamiento. Los diferentes tipos de atención dependerán de varios factores como la forma en que resultó envenenada la víctima (si fue por inhalación, ingestión o exposición de la piel o de los ojos). La atención puede incluir medidas como ayudarle a respirar a la víctima, darle líquidos intravenosos (líquidos que entran al cuerpo por medio de una aguja intravenosa), darle medicamentos para tratar afecciones como las convulsiones y la presión sanguínea baja, hacerle lavado de estómago con carbón activado (si la abrina ha sido ingerida recientemente) o lavarle los ojos con agua si estos están irritados.

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