Los medicamentos biológicos aparecen como una alternativa por tomar en cuenta. Se habla de que el ideal es tener un medicamento bueno, barato y sin efectos colaterales, cosa que hasta hoy la ciencia no deja de buscar.
Aunque hasta la fecha se han desarrollado muchas moléculas (drogas), unas más innovadoras que otras, no existe aun el medicamento libre de efectos colaterales o adversos, por ello es importante que sean prescritos por médicos capacitados y familiarizados en su uso para evitar molestias o poner en riesgo la salud o vida del paciente. Sin embargo, en los últimos
años se ha venido desarrollando una serie de medicinas que tienen un origen distinto de los medicamentos sintéticos tradicionales; se refiere a los medicamentos biológicos.
Los medicamentos biológicos son una serie de sustancias –específicamente proteínas- producidas por células vivas, como bacterias, hongos, células de la sangre, en la leche, glóbulos blancos y, a futuro, en las plantas.
Son proteínas utilizadas para tratar, curar y/o prevenir enfermedades y, a su vez, mejorar la calidad de vida de las personas o pacientes con enfermedades serias, como el cáncer, enfermedades del aparato endocrino, estimular las defensas o proteger frente a infecciones, y enfrentar algunas enfermedades genéticas. Probablemente, los medicamentos biológicos más antiguos sean las vacunas.
Estamos hablando se sustancias cuyo proceso de elaboración es sumamente complejo y delicado con una precisión más que matemática, pues un error en algún paso de su producción-a través de la ingeniería genética- produciría una sustancia totalmente distinta y por lo tanto seria nociva.
Mucho se ha avanzado en el desarrollo de medicamentos biológicos, de allí que se han sido divididos en generaciones. Las vacunas, la insulina de cerdo (salvo y mejoro la calidad de vida de los diabéticos) y la heparina de cerdo (anticoagulante que salvo a millones de personas con trombosis), así como el suero antitetánico, son los de primera generación; luego se han desarrollado los de segunda generación, como la insulina humana, la hormona de crecimiento, la eritropoyetina (hormona producida normalmente por el riñón, que estimula la producción de glóbulos rojos), entre otros. Y los de última generación , es decir los anticuerpos monoclonales que se usan con muy buenos resultados en enfermedades como el cáncer, o las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, o en los bebes prematuros para prevenir la infección respiratoria por el virus respiratorio sincitial.
Aunque hasta la fecha se han desarrollado muchas moléculas (drogas), unas más innovadoras que otras, no existe aun el medicamento libre de efectos colaterales o adversos, por ello es importante que sean prescritos por médicos capacitados y familiarizados en su uso para evitar molestias o poner en riesgo la salud o vida del paciente. Sin embargo, en los últimos
años se ha venido desarrollando una serie de medicinas que tienen un origen distinto de los medicamentos sintéticos tradicionales; se refiere a los medicamentos biológicos.
Los medicamentos biológicos son una serie de sustancias –específicamente proteínas- producidas por células vivas, como bacterias, hongos, células de la sangre, en la leche, glóbulos blancos y, a futuro, en las plantas.
Son proteínas utilizadas para tratar, curar y/o prevenir enfermedades y, a su vez, mejorar la calidad de vida de las personas o pacientes con enfermedades serias, como el cáncer, enfermedades del aparato endocrino, estimular las defensas o proteger frente a infecciones, y enfrentar algunas enfermedades genéticas. Probablemente, los medicamentos biológicos más antiguos sean las vacunas.
Estamos hablando se sustancias cuyo proceso de elaboración es sumamente complejo y delicado con una precisión más que matemática, pues un error en algún paso de su producción-a través de la ingeniería genética- produciría una sustancia totalmente distinta y por lo tanto seria nociva.
Aunque existe una gran variedad de medicamentos de esta índole-y es cierto, además que sus costos son elevados-, estos se están convirtiendo en la nueva esperanza en el tratamiento que hasta hace algunos años se consideraban causas perdidas. Ahora, los médicos cuentan con elementos de diagnostico y tratamiento cada vez más eficientes y menos nocivas.
Artículos relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario